Entonces Saúl dijo: Traedme el holocausto y las
ofrendas de paz. Y él ofreció el holocausto. Y sucedió que tan pronto como
terminó de ofrecer el holocausto, he aquí que Samuel vino; y Saúl salió a su
encuentro para saludarle. Pero Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió:
Como vi que el pueblo se me dispersaba, que tú no llegabas dentro de los días
señalados y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije:
"Ahora los filisteos descenderán contra mí en Gilgal, y no he implorado el
favor del Señor." Así que me vi forzado, y ofrecí el holocausto. Y Samuel
dijo a Saúl: Has obrado neciamente; no has guardado el mandamiento que el Señor
tu Dios te ordenó, pues ahora el Señor hubiera establecido tu reino sobre
Israel para siempre. Pero ahora tu reino no perdurará. El Señor ha buscado para
sí un hombre conforme a su corazón, y el Señor le ha designado como príncipe
sobre su pueblo porque tú no guardaste lo que el Señor te ordenó.
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